Melisa Zulberti es la primera artista argentina en ser seleccionada por la convocatoria internacional de la Bienal de Danza de Venecia para estrenar un proyecto inédito en su edición 2024. Allí, los días 20 y 21 de julio, la artista tandilense estrenará su pieza multidisciplinar e inmersiva titulada: POSGUERRA.
Entrevista por María Paula Ríos
@rios_mariapaula
¿Cómo te describirías como artista y qué te inspira a crear?
Me describo como directora, escenógrafa, coreógrafa y artista visual. Trabajo en una amplia variedad de disciplinas artísticas (artes escénicas, artes visuales, diseño industrial y tecnología). Mis proyectos e investigaciones están orientados a la interconexión entre diferentes lenguajes y estéticas.
Mis proyectos se sumergen en un territorio donde el cuerpo se convierte en el campo de batalla, resistiendo tanto al exterior como a sí mismo, generando un estado físico, íntimo/global, que aspira a encontrar nuevas respuestas ante la incertidumbre, la desorientación, creando un espacio donde la multiplicidad de los cuerpos construye una geografía en constante resistencia y reconstrucción. Por ello los abordajes que transito siempre crean bordes entre lo conocido y lo desconocido.
¿Podrías contarnos sobre tu proceso creativo?
El proceso de creación de mi trabajo, parte de pensar estructuras para ser habitadas por el movimiento, que dialoguen con el concepto a investigar y aporten a la pieza particularidades kinéticas y dramatúrgicas. Una vez realizada dicha estructura, inicio un proceso de exploración física, donde se comienzo a indagar la vinculación entre estructura-movimiento-espacio y las poéticas dramatúrgicas que se originan. Casi en simultáneo, se da el proceso de investigación y creación de la partitura sonora, que parte de buscar y grabar sonidos propios de la estructura explorando sinfonías electrónicas, y las interconexiones posibles que aparecen entre la obra con soportes y formatos multimediales. Todas mis obras, están pensadas en convivencia con el lenguaje cinematográfico, en donde las piezas audiovisuales que dirijo funcionan como preludio para el espectador o mismo como videoarte de la obra escénica; así mismo estas piezas componen su propio universo en torno al lenguaje.
¿Qué historia o emociones intentas transmitir a través de tus obras?
Los conceptos que investigo en mis trabajos devienen del presente social, me atraviesan, me movilizan, obligándome a repensarme como creadora. Sobre todo, porque tengo la posibilidad de acercar por medio de la obra un germen de criticidad. El sentido de pertenencia y el compromiso son importantísimos en el momento de mi creación.
¿Cuáles son los temas y conceptos que más te interesan explorar?
Me interesa abordar estados despojados de ideas o pretensiones narrativas cerrando sentidos. El tema es un devenir en el proceso de investigación de dicho estado, que se revela en un momento de la exploración.
¿Qué se siente ser la primera artista argentina seleccionada en la Bienal de Danza de Venecia?
Es una enorme responsabilidad ser la primera artista argentina en representar a mi país, dentro de las artes escénicas, en la Bienal de Venecia. Fue una profunda alegría enterarme luego de aplicar a una convocatoria internacional que ofrece dicha Bienal, para elegir un único proyecto para coproducir, que era la galardonada con esa posibilidad, elegida por el director Wayne Mcgregor.
Esta instancia no solo hace a mis sueños personales, sino también a los del colectivo de 16 personas que forman parte de esta obra titulada: POSGUERRA.